La Tecnología llegó a las casas y oficinas para ayudarnos con nuestros quehaceres, pero no hay dudas de que, en algún momento, todos hemos sufrido de alguno de estos problemas más comunes con las impresoras, sean del tipo que sean o de la marca más famosa que hayamos podido encontrar.
En el cine hemos visto escenas donde los protagonistas llegan a un nivel de desespero tan grande con las impresoras, que las patean, las queman o las destrozan. El gran problema aquí es que, en muchos momentos de la vida real, somos nosotros quienes hemos protagonizado, o hemos estado muy cerca de protagonizar, esas escenas.
Efectos de los Problemas Más Comunes con las Impresoras
Cuando una impresora no funciona como esperamos y tenemos que invertir un exceso de tiempo y esfuerzos en echarla a andar y hacerla funcionar adecuadamente, esto repercute en la productividad de los empleados y en el estado de ánimo de todos, estemos en la casa o en la oficina.
A veces es tanto el nivel de frustración que causan algunos de estos problemas más comunes con las impresoras, que todo el mundo se concentra en resolverlos y desviamos la atención del verdadero objetivo de la empresa: servir a sus clientes.
Suele suceder que trabajamos durante días y semanas para entregar un trabajo determinado o resolver una solicitud de un cliente y todo ese esfuerzo se tira por la borda cuando al final del camino falla la dichosa impresora.
Para asegurarse de evitar estos problemas con las impresoras, estos son seis de los problemas más comunes que enfrentamos todos, en las casas y las empresas, y cómo podemos abordarlos.
1. Y una vez más: La impresora se ha quedado sin tinta.
Entre los problemas más comunes con las impresoras, este es quizás el que sucede con mayor frecuencia y el más fácil de resolver. La tinta, sea cual sea el tipo de dispositivo de almacenamiento de la misma que use nuestra impresora, no resulta para nada económica. Los fabricantes han abaratado las impresoras y han incrementado el precio de la tinta, lo cual es especialmente importante si tenemos que imprimir muchos documentos.
Ya existen algunas impresoras que, a partir del software instalado en su tablero de comando, nos indican cuánta tinta nos queda, pero la mayoría aún no lo hace, por lo que estamos desprotegidos ante las eventualidades.
Podemos buscar impresoras con ese beneficio, y debemos estar atentos…, pero nada funciona mejor que invertir en un cartucho u otro dispositivo de tinta que tengamos a la mano para cuando nos quedemos colgados de la brocha. Si piensa que es caro, reflexione cuánto le cuesta dejar de entregar un trabajo o dar un servicio por el simple hecho de que se quedó sin tinta.
2. La impresión lleva demasiado tiempo.
Con frecuencia nos damos cuenta que la impresora está trabajando muy lenta y si se trata de imprimir un documento muy extenso, pues ahí mismo comienza el pánico.
Si su impresora está habilitada para trabajar con Wi-Fi, asegúrese de que esté lo más cerca posible de su enrutador para ayudar a reducir el tiempo de impresión. Cuanto más lejos esté, es más probable que sufra problemas de impresión.
Además, asegúrese de que su proveedor de Internet le haya enviado un enrutador de calidad, o cómprese uno: recuerde que este debe ser compatible con 802.11n (aunque 802.11ac es el nuevo estándar de primera línea) y que sea capaz de ofrecer una banda de 5GHz y 2.4 GHz.
También puede agregar un extensor inalámbrico o un repetidor para aumentar el rendimiento si es necesario.
3. No le deja imprimir desde un dispositivo móvil.
Entre los nuevos problemas más comunes con las impresoras aparece este, que no por nuevo deja de ser uno de los más importantes. Incluso en los casos en que su impresora no esté habilitada para Wi-Fi, es probable que pueda imprimir desde su dispositivo móvil, si tanto el dispositivo como la impresora están configurados correctamente.
Puede imprimir en una impresora que no sea Wi-Fi, siempre que su red tenga un punto de acceso inalámbrico, utilizando uno de los programas que requieren la instalación de una utilidad en una computadora en red. Printopia es una de las más utilizadas con las MACs, mientras que Presto funciona lo mismo con MACs o Windows.
4. Baja calidad de la impresión.
Es horrible tener que presentar un trabajo con una baja calidad de impresión. Es como ponerse un traje de lujo con un par de tenis viejos. Si su impresora es de inyección de tinta, es probable que la potencia del dispositivo simplemente no sea suficiente para sus necesidades. Las impresoras láser generalmente se utilizan más en los negocios e incluso en algunas casas, porque son capaces de imprimir texto nítido y a un costo menor.
Si tiene una impresora láser de calidad, es posible que no esté bien configurada, lo cual puede requerir que usted lea con mucho detenimiento el Manual, o bien que llame a un Geek.
Si está en modo borrador, cambie a un modo de mayor calidad y asegúrese de que el tipo de papel que aparece en la pantalla coincida con el que está imprimiendo. También revise con detenimiento que su cartucho de tóner aún tenga suficiente tinta o polvo. A veces, el tóner se ha asentado y puede beneficiarse de una buena sacudida. Si nada de lo anterior funciona, pues podría ser hora de reemplazar el tóner.
Para los inyectores de tinta, puede probar la limpieza de las boquillas y la alineación del cabezal de impresión, que puede iniciar desde el menú de mantenimiento de la impresora.
5. Y la Peor de Todas: continuamente se atasca el papel.
Históricamente, los atascos de papel han sido uno de los problemas más comunes con las impresoras. Y uno de los más delicados de solucionar. La buena noticia es que cada vez suceden menos, pero aún aparecen de cuando en cuando, como resultado de una simple desalineación del papel.
Usualmente, los seres humanos pasamos por alto las cosas más obvias o más simples. Asegúrese de cuadrar bien por todos lados la pila de papel antes de insertarla en la bandeja y de que las guías estén al ras con el papel. También trate de evitar llenar en exceso la bandeja.
Y por supuesto, no olvide dar mantenimiento a la impresora, pues al acumularse suciedad esto puede afectar los rodillos y otros mecanismos que inevitablemente, más temprano o más tarde llevarán al atasco de papel.
Pero no podemos terminar aquí sin tomar en cuenta un aspecto, un problema común a todos, en las casas y las oficinas:
6. Nos cuesta mucho imprimir.
En este caso, las causas son tan diversas como las soluciones. En Seek4Geek realizamos un estudio rápido, tomando en cuenta las operaciones que hemos realizado con decenas y cientos de clientes a lo largo de los años y descubrimos que esto sucede porque:
- Los fabricantes son unos degenerados que nos quieren exprimir el dinero que con tanto sudor ganamos. Lo lamentamos, pero contra esto no hay nada que hacer.
- No tenemos políticas de impresión bien definidas y nuestros hijos imprimen en casa cuanta imagen encuentran bonita, mientras los empleados en la Oficina imprimen cada borrador del trabajo y muchas cosas que no son de trabajo… Pues manos a la obra: ¡a redactar e implementar esa Política!
- Compramos los repuestos a diferentes proveedores, en vez de ponernos de acuerdo con uno, que de forma física o a través de Internet nos garantice ese flujo constante y más económico que nuestras impresoras requieren para funcionar. Sin más demora, ¡a negociar se ha dicho!
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