¿Qué es el Internet de las Cosas?
Hoy todos hablan del Internet de las Cosas, pero, ¿entienden todos exactamente de qué se trata?
En los últimos 100 años hemos sido testigos de más cambios y de más descubrimientos científicos y avances tecnológicos que en toda la historia anterior de la humanidad. Esos cambios y avances nos afectan a todos, tanto en la forma de hacer las cosas, como en el beneficio que podemos obtener.
Uno de los grandes saltos que comenzó en el siglo XX, pero que se ha consolidado en el XXI, influenciando enormemente nuestra vida cotidiana y la manera en la que hacemos negocios, es sin duda el “Internet de las Cosas” (o IoT por sus siglas en inglés), que a primera vista se refiere a cosas cotidianas que se conectan al Internet y también entre ellas, pero realmente se trata de mucho más que eso.
El Internet de las Cosas, como concepto, implica una red que interconecta objetos físicos valiéndose del Internet y utiliza unidades de hardware y software para programar y ejecutar eventos específicos en función de tareas que le son dictadas remotamente. Estos objetos y/o dispositivos tienen identificadores únicos y la capacidad de transferir datos y órdenes a través de una red, sin requerir de interacciones de humano a humano o de humano a cada uno de los dispositivos.
En este contexto, una “cosa” puede ser una computadora o un teléfono inteligente, pero también un animal con un transpondedor de biochip, un ser humano al que se haya implantado un monitor en un órgano vital, un automóvil con sensores incorporados o cualquier otro objeto, natural o artificial, al que se asigna una dirección IP y se le dota de la capacidad de recibir y transmitir datos a través de una red.
Algunos especialistas del tema se refieren al IoT como “la digitalización del mundo físico” y todos insisten en que sus posibilidades son ilimitadas.
El Internet de las Cosas en los Pequeños y Medianos Negocios
El Internet de las Cosas cuenta ya hoy con aplicaciones extraordinarias en la industria militar, en la agricultura de precisión, la salud, la energía, el transporte, la gestión de edificios y muchas otras ramas macroeconómicas y sectoriales.
Sin embargo, el caso que aquí nos ocupa es su utilización en las PYMEs. Para los pequeños negocios la utilización del Internet de las Cosas es prácticamente ilimitada, y los beneficios incalculables, partiendo del hecho de que pueden transformar por completo nuestra productividad, diferenciarnos de la competencia y crear un impacto altamente positivo en nuestros clientes y colaboradores.
Lo mejor de todo es que no hay que desangrar el bolsillo ni quemar los presupuestos:
Todos podemos utilizar el Internet de las Cosas.
Y, de hecho, si sincronizas tu teléfono inteligente con tu computadora, o tienes la impresora conectada a tu tableta a través de Wifi, pues ya la estás utilizando. Claro, como en todo, la clave es hacerlo de manera inteligente, optimizando la inversión de dinero y esfuerzos.
No se trata sólo de “interconectar” varios equipos y resolver una que otra tarea cotidiana. Los pequeños negocios deben determinar por sí mismos, o buscar ayuda de un experto en tecnología o un “geek” (local o a través de Internet) para determinar la configuración más adecuada y las aplicaciones verdaderamente útiles y necesarias del Internet de las Cosas según su tipo de negocio específico y el mercado a quien van dirigidos.
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Una importante empresa Consultora ha realizado un estudio que demuestra que serán precisamente las compañías que recién comienzan (llamadas “startups”) las que impulsarán la aceptación, uso y crecimiento de esta tecnología. Y lo harán precisamente mediante la creación de múltiples aplicaciones y soluciones enfocadas en sus nichos específicos de mercado.
Ya hemos visto como la industria del “retail” está instalando sensores en toda su cadena de valor, con soluciones tan ingeniosas como las estanterías inteligentes que facilitan a los minoristas hacer el control y la reposición del inventario de manera remota; hasta mini sensores en los envases para dar seguimiento a los productos desde su fabricación hasta su distribución.
En las fábricas, grandes y pequeñas, se está utilizando el concepto de Internet de las Cosas para monitorear los niveles de productividad, ajustar las necesidades de fuerza de trabajo y emitir advertencias críticas de seguridad cuando se produce un problema. Asimismo, las distribuidoras están perfeccionando su logística, mejorando sus rutas de entrega y gestionando de manera más amable y ordenada la relación con los clientes.
O sea, que no te quepa duda. Sea cual sea tu negocio, y sin importar el tamaño o la experiencia de tu personal, siempre habrá soluciones IoT que te ayudarán a competir, a crecer, a desarrollar tus mercados, tus productos y tus servicios.
La Oportunidad del Internet de las Cosas Para las PYMEs
Los beneficios para los pequeños y medianos negocios son muchos. Por un lado, está aquel que todos ven de inmediato: la RAPIDEZ, la aceleración de los procesos, tanto los productivos como los relacionados con las interacciones con los clientes y la gestión de la compañía.
Por otro lado, tenemos la OPTIMIZACIÓN DE COSTOS, pues si bien en la mayoría de los casos se requiere de una pequeña inversión, esta no sólo se recupera con mucha velocidad, sino que casi de inmediato repercute en los costos de producción, marketing y ventas.
Sin olvidar, por supuesto, el PERFECCIONAMIENTO DE LA TOMA DE DECISIONES. Cientos de miles de datos se producen a diario desde dispositivos, sensores, archivos, emails y hasta tweets, pero no servirían de nada sin las múltiples interconexiones del IoT, que permite extraer información de valor de ellos y procesarla a través del aprendizaje de máquina (machine learning) y la analítica avanzada, en función de tomar las mejores decisiones de gestión para tu negocio y tus proyectos.
Y el más importante quizás, aunque no el último, es la CAPACIDAD DE ACCEDER A NUEVOS MERCADOS, que es el centro y colofón de la gran oportunidad que representa el Internet de las Cosas para las pequeñas y medianas compañías.
Existen plataformas de soluciones múltiples (alojadas generalmente en la nube tecnológica) que te ayudan a conectar todos tus dispositivos y lograr que funcionen como un todo integrado, mejorando los procesos de recolección de datos y la automatización de tus procesos. La clave está en identificar e implementar la que más se corresponde con las características de tu negocio o comenzar implementando soluciones internas, que te facilitarán echar a andar por este camino.
Tanto en la selección de la plataforma adecuada como en la implementación de soluciones internas, nada mejor que contar con el apoyo de un experto o “geek”, que te ahorrará tiempo, dinero y muchos dolores de cabeza; y te permitirá competir y distinguirte en aspectos que antes eran potestad exclusiva de las grandes compañías.